Lo que te ancla a un lugar no son las cosas, no es la geografía, son tus relaciones. Conforme viajas te das cuenta que las personas que conoces en el camino y los intercambios que tienes con ellas a la larga son lo más significativo de cualquier travesía. De alguna manera podríamos decir que relacionarnos es la verdadera aventura.
Para leer más: